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Mitología escandinava

El legado de los vikingos

Tradicionalmente llamada mitología nórdica -de forma imprecisa-, el conjunto de mitos y leyendas de los pueblos del norte de Europa es uno de los acervos literarios y religiosos más importantes de la Edad Media. 

Escandinavia es una región geográfica y cultural que se extiende desde las actuales Dinamarca, Noruega y Suecia, hasta la isla atlántica de Islandia

Con la excepción de esta última -Islandia-, que fue colonizada

en la Edad Media, la región escandinava lleva poblada desde

el VII milenio antes de Cristo, cuando Europa aún se

encontraba en el Mesolítico, o Edad de Piedra. 

De origen germánico, los escandinavos con el tiempo se

convirtieron en un pueblo con una identidad cultural propia,

independiente de sus antepasados de Europa Central. 

Pero si por algo la Historia los recuerda es por su periodo de

mayor gloria: la Era vikinga. 

En el año 793 d.C., algunos hombres provenientes de

Escandinavia, a bordo de barcos de madera, llegan a las

costas de la actual Inglaterra con intenciones poco amigables:

saquear el monasterio de Lindisfarne, un importante centro

cultural y religioso de aquella época. 

Los escandinavos y sus guerreros más salvajes, conocidos

desde ese momento como vikingos, entraron así a la Historia

medieval europea, después de largos siglos de aislamiento. 

Lindisfarne fue sólo el comienzo. A partir de ese momento las razzias* se multiplicaron, y los temidos guerreros del norte saquearon y colonizaron importantes puertos y regiones de la Europa medieval: Bretaña, Normandía, Califato de Córdoba, Kiev, Sicilia... 

Los escandinavos eran grandes navegantes y comerciantes, además de aguerridos combatientes. Dominaron el Mar del Norte, el Mar Báltico, el Mar Mediterráneo y hasta el Oceáno Atlántico, siendo los primeros europeos en pisar el continente americano, mucho antes que Cristobal Colón, como así atestiguan las investigaciones arqueológicas. 

Aunque han pasado a la Historia por el nombre de vikingos, lo cierto es que esa palabra sólo describía a los escandinavos que participaban en los asaltos e invasiones. Es decir, vikingo era sinónimo de bucanero. Ellos mismos y su pueblo se autodonominaban, y así eran conocidos en el resto de Europa, como normandos, es decir, "hombres del norte"

A pesar de su fortaleza comercial y militar, los vikingos eran un pueblo sin patrimonio literario, aunque poseían un alfabeto rúnico -formado por runas, talladas principalmente en piedra. Como el resto de la cultura vikinga, tras la cristianización y asimilación cultural el alfabeto de runas fue sustituido por el alfabeto latino. 

Los historiadores fechan la "desaparición" de la cultura vikinga entre los siglo XI y XII, precisamente cuando los escandinavos, tras un periodo de sincretismo religioso en el que adoraron a sus dioses y al dios cristiano, acaban por convertirse al catolicismo, abandonando su panteón pagano e integrándose a la cultura cristiana.

A pesar de sus escasos registros escritos y de su pronta desaparición como cultura, conservamos un buen número de leyendas, mitos y dioses vikingos, gracias a, entre otros motivos: 

 

  • -  El carácter oral de la mitología escandinava, transmitida de generación en generación en los ambientes familiares y en los recitales de los escaldos*. Estos poetas vikingos eran mitad trovadores, mitad cronistas, y eran los encargados de divulgar las leyendas y creencias en fiestas y reuniones. 

  • - Además, en el año 1220, el escaldo islandés Snorri Sturluson recopiló en la llamada Edda prosaica la primera obra de mitología vikinga. Esto fue posible gracias al aislamiento cultural de Islandia y a su tardío proceso de cristianización.

La sociedad escandinava de la época vikinga, como casi toda sociedad medieval, era una de carácter jerárquico: un rey dominaba cada región, y bajo su mandato estaban los hombres libres (artesanos, comerciantes, pescadores, etc.) y los esclavos obtenidos en sus diferentes saqueos e invasiones. 

Al noble se le conocía como Jarl; los hombres libres eran los Karl; los esclavos y sirvientes recibían el nombre de Thrall

Así narra la mitología el nacimiento de los Jarl, de la unión de Módir y el dios Heimdal: 

 

"Un muchacho parió Módir, lo vistió con sedas,

con agua le roció, Jarl le llamaron;

rubio era su pelo, brillantes sus mejillas,

agudos sus ojos cual los de una sierpe.

Creció allí Jarl entre los bancos;

blandía escudo de tilo, trenzaba cuerdas de arco,

tensaba los arcos, hacía puntas de flecha,

lanzaba los dardos, agitaba las lanzas,

montaba a caballo, azuzaba los perros,

empuñaba la espada, se echaba a nadar.

Llegó luego al bosque Ríg por el camino,

y le enseñó las runas;

le dijo su nombre y que era hijo suyo;

entonces le ofreció los bienes alodiales,

y los campos antiguos.

Marchó entonces por bosques oscuros,

montes llenos de escarcha, hasta llegar a una casa;

comenzó a blandir las astas y a agitar escudos,

galopó a caballo y blandió la espada;

comenzó la lucha, enrojeció el llano,

mató guerreros, destruyó las tierras"

A pesar de ser una sociedad vertical, poseían un gran sentido comunitario -a los indigentes se les acogía de forma rotatoria en las casas del poblado-, y fueron uno de los pueblos más "democráticos" de su época. Cada cierto tiempo los nobles de cada comunidad acudían a una asamblea popular o parlamento, llamado Thing, para deliberar sobre los asuntos comunes, entre ellos las invasiones a pueblos vecinos. El Thing estaba presidido por un experto en leyes, conocido como Lagman, y por el rey o Konungr

La sociedad vikinga era patriarcal, esto es, el hombre era quien detentaba el poder. Cada casa tenía un husbôndi, o jefe de familia. Sin embargo, cuando el hombre marchaba a las campañas de rapiña o a la guerra, la mujer se quedaba al mando del hogar y de la aldea. Además, las mujeres llegaron a ser afamadas cirujanas y sacerdotisas. 

Comparativamente con las mujeres de su época, como las cristianas o las musulmanas, las escandinavas tenían más derechos: podían divorciarse e incluso heredar. Esta circunstancia hizo que los cronistas cristianos las retratasen como demasiado independientes y muy abiertas sexualmente, según los cánones de la Iglesia. 

Como ya señalamos anteriormente, dentro de los oficios del pueblo escandinavo -ganadería, agricultura, pesca, etc.- destacaban dos trabajos en los que los vikingos eran los mejores: el comercio marítimo y la piratería. 

Para ello, el dominio de las artes navales era primordial. Aunque en principio sus barcos eran sólo de remos, gracias a la influencia de los frisios -pueblo germánico- adoptaron la utilización de la vela, lo que sumado a su gran capacidad de construcción de barcos los convirtió en los reyes de los ríos y mares. 

Sus barcos más famosos fueron los conocidos barcos de guerra Drakkar (por su proa en forma de dragón) y Snekkar (por su proa en forma de serpiente), y el Knorr, un barco especializado en cargamento que podía transportar hasta 90 toneladas. 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con estos barcos lograron ampliar sus rutas comerciales, obtener riquezas en sus saqueos o, como señalamos, alcanzar tierras lejanas como Islandia, Groenlandia o Vinlandia (actual Terranova, Canadá).

Además, el barco llegó a servir de cámara funeraria en algunos ritos de enterramiento de gente muy pudiente. Es el caso del famoso "Barco de Oseberg", un imponente barco encontrado a principios de siglo XX donde los arqueólogos descubrieron dos cadáveres: el de una miembro de la alta sociedad vikinga, y el de su esclava. Se cree que los esclavos se enterraban con sus amos, como en Egipto, para que los acompañaran en el tránsito al más allá.  

Todas estas prácticas culturales, desde la escritura en runas, pasando por la organización social, hasta llegar a los ritos funerarios, están dominados por el universo mitológico y cosmogónico de los vikingos. 

Gracias a las sagas y Eddas hoy podemos conocer el panteón de los antiguos escandinavos y sus leyendas. 

El origen del mundo. Cosmogonía vikinga

A diferencia del cristianismo o del islam, cuyos dioses son incorpóreos, para los vikingos sus dioses eran antropomorfos. Esto quiere decir que tenían forma humana, y además, como los propios humanos, eran mortales.  

La mitología escandinava tiene una gran relación con la naturaleza. Así, su mito cosmogónico principal relata cómo el universo conocido es el resultado del enfrentamiento entre el hielo y el fuego (lava), dos elementos naturales que asociamos indiscutiblemente con los paisajes escandinavos. 

Para los vikingos al principio había un gran vacío, la nada, llamada Ginnungagap. Al sur de ésta se encontraba Muspell, región dominada por luz y fuego; al norte Niflheim, región gélida. De la unión de la escarcha de Niflheim y las chispas de Muspell el hielo se fundió y dió vida a la humedad. 

De esta humedad nació Ymir, creador de una raza de gigantes de escarcha. Ymir, a su vez, engendra a Buri, un hombre fuerte y hermoso, que más adelante sería padre de Bor, quien a su vez se casó con Bestla, hija del gigante Bolthorn

De esta unión nacieron Odín, Vili y Ve, quienes decidieron matar a Ymir. Este suceso fue el detonante de la creación del mundo y el hombre: con el cuerpo de Ymir, Odín y sus hermanos crearon la Tierra: los huesos formaron las montañas, los cabellos la vegetación, su cráneo sirvió para dar forma al cielo, y de su cerebro se crearon las nubes. 

Una vez completada la creación, Odín y sus hermanos crearon, a partir de dos troncos, a un hombre y una mujer. Acto seguido los dotaron de vida, conciencia y movimiento. De este hombre y esta mujer nace toda la raza humana.  

 

El origen de las clases sociales 

Fue el dios Heimdall el responsable de que la sociedad estuviera dividida entre Jarls, Karls y Thralls. La jerarquización social vikinga no respondía a cuestiones humanas, sino que hundía sus raíces en la fuerza y designio de los dioses.

Heimdall se presentó un día con el nombre de Rig en una granja donde fue recibido por Ai y Edda. Le dieron comida, y durante tres días durmió con ellos. A los nueve meses, Edda dio a luz a un niño con cabello oscuro y ojos apagados. Su nombre fue Thrall, y fue condenado a trabajar duro toda su vida: es el padre de los esclavos. ​

En otra ocasión, Heimdall -camuflado como Rig- fue acogido por Afi y Amma, quienes le ofrecieron una comida un poco más opulenta. Durmió el dios con ellos tres días, y a los nueve meses nació Karl, un niño de complexión fuerte. Karl creció y se convirtió en un hábil trabajador y granjero: su descendencia fueron los hombres libres. 

Rig volvió a visitar una tercera casa, esta vez la de Fadir y Modir, más ricos que los anteriores. Le ofrecieron pan, carne y vino. Volvió a compartir tres noches con la familia, y a los nueve meses Modir dió a luz a Jarl, quien creció hasta dominar todas las artes de la aristocracia, las armas, la caza, etc. Heimdall lo reconoció como su hijo, le enseñó el arte de las runas, y fue el iniciador de una descendencia de nobles. 

*Razzia/Razia

1. f. Incursión, correría en un país enemigo y sin más objeto que el botín.

2. f. Batida, redada.

Podcast (Audio)

El mundo vikingo en "La Mecánica del Caracol - EiTB"

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Vikingos

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